¡Feliz Pascua de la Resurrección del Señor! “¡Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo!”.
Ninguna solemnidad, ningún día festivo como el que celebraremos en domingo 4 de abril. El motivo más grande de alegría es el triunfo del Señor sobre la esclavitud, sobre el pecado, sobre la muerte.
Lo único definitivo –a pesar de la solidez del mal que nos rodea- es Jesucristo resucitado. La última palabra sobre nuestra vida individual y sobre la historia de la humanidad la tiene Dios, y es una palabra de esperanza y de vida. Fuimos creados por amor, fuimos redimidos por amor y es el Amor –en persona- quien quiere salirnos al encuentro en cada acontecimiento de nuestra vida y nos acogerá, definitivamente, en un Abrazo Eterno, tras los avatares de nuestra existencia. Jesús Resucitado es el triunfo de todas las causas justas, la realización de todos los anhelos verdaderos, el cumplimiento de todas las esperanzas legítimas de la humanidad.
“Él es el Alfa y la Omega, el Primero y el Último”, la “piedra firme” sobre la que se asienta nuestra fe. ¡Ven, Señor Jesús!
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