A todos nos gusta fijarnos en la vida de don Bosco. De entre su vida, la mirada se nos va hacia aquellos aspectos brillantes y potentes que tienen realce en sí mismos, por su valentía, el despliegue de fuerzas y el resultado final.
Sin embargo, en la vida del santo, hay aspectos que son menos brillantes, no nos roban la curiosidad y por eso pasan más desapercibidos. Es posible que en esos aspectos se encuentren escondidas, recetas y mimbres que le valieron para construir el gran cesto que después conocimos.
Quiero fijarme hoy en la terrible decisión que Margarita, su madre, debió tomar cuando percibió que la vida de su pequeño debía ir por otros senderos distintos a los habituales de los niños de aquella edad: estudiar.
Primero con don Juan Calosso, en la Granja de los Moglia después, para finalmente recalar en Chieri donde culminaría sus primeros estudios y su decisión final hacia el seminario.
No lo tenemos fácil en estos tiempos, y nuestros jóvenes van a encontrar no pocos obstáculos. Volver a don Bosco una y otra vez nos lleva al misterio de lo pequeño y escondido en nuestros corazones, que acompañado y bien orientado da sus frutos. Cuidemos, estemos, dediquemos tiempo a nuestros jóvenes, que hoy más que nunca necesitan una mano amiga y un rostro amable. Dios, en su infinita misericordia hará el resto.
Feliz Fiesta de Don Bosco!!
Marco A. Vázquez Fernández, SDB Director
No hay comentarios:
Publicar un comentario