AA.AA. SAN FERNANDO

 ¿QUIÉN MANTENDRÁ LA LLAMA ENCENDIDA?

En la revista de Diciembre del pasado año, el presidente de la Asociación de AA.AA. de Cádiz en su artículo mensual nos hablaba del MILAGRO DE SAN FERNANDO y nos decía, que, “en San Fernando nunca ha habido una casa salesiana, ni ninguna obra relacionada con el espíritu salesiano, sin embargo, y gracias a la labor desarrollada desde hace más de medio siglo por un grupo de alumnos que estudiaron en el colegio salesiano de Puerto Real y que fundaron la asociación, en La Isla existe una verdadera vocación por María Auxiliadora y la obra de Don Bosco.”

Como, salesiano antiguo alumno de La Escuela de las Canteras de Puerto Real, que tengo la enorme suerte de mantener una fluida y cariñosa relación con nuestros amigos de la Asociación, sobre todo con el presidente y Junta directiva, veo con muchísima preocupación, que puedan superar la situación que están viviendo actualmente, fruto de la maldita Covid 19.

Una asociación con unos gastos fijos cercanos a los tres mil euros mensuales, con unos ciento treinta socios soportando unas cuotas, quizás, y sin quizás, de las más altas de todas las asociaciones de la Federación Regional de Antiguos Alumnos, y que sólo llegan a cubrir menos del cincuenta por ciento de los gastos (alquiler del local, agua, luz, telefonía, seguros…) y a los que no se les puede exigir más en este sentido, personas que se reinventan día a día, que buscan medios de financiación (pequeña cantina, loterías, juegos familiares, comidas los domingos…), endeudados con la propietaria del local, con la Federación Regional, con proveedores, paralizadas las subvenciones oficiales, reestructurando horarios de apertura del local para abaratar costes…

Y todo este esfuerzo…, horas sin dormir, idas y venidas a organismos oficiales en busca de ayuda económica, reuniones y más reuniones de su Junta Directiva…, ¿para qué? Porque son salesianos de corazón, capaces de haber conseguido “gracias a su gestión, en San Fernando, una calle dedicada a María Auxiliadora, una avenida a San Juan Bosco, un monumento de nuestro Santo Patrón situado en uno de los accesos a la ciudad, celebran cada año el triduo a San Juan Bosco, el milagro de las castañas, una semana cultural, conmemoración los días 24 de cada mes y pregón y triduo en mayo a María Auxiliadora que culmina con una procesión multitudinaria por las calles de la ciudad, y podría seguir enumerando y no pararía las actividades de los sábados, reuniones familiares los viernes y un largo etcétera".

Pues bien, todo este impagable servicio prestado a la ciudad, haciendo de su local social, la verdadera Casa Salesiana de San Fernando, tiene los días contados, o siendo muy optimistas mes o mes y medio, porque ya no pueden más, las deudas se acumulan, y pronto tendrán que abandonar el local por falta de pago, y con ello, el cierre a sus ilusiones y proyectos por ser fieles a la llama que un día prendió en nuestros corazones, fruto del trabajo callado de muchos Salesianos de don Bosco, que nos enseñaron a amar a María Auxiliadora y Don Bosco.

Y mientras tanto, ¿qué hacemos los que nos decimos y sentimos SALESIANOS DE DON BOSCO? Nada, verlos cómo poco a poco van a seguir el mismo camino que otras Comunidades de las Casas Salesianas por toda la Inspectoría han seguido. Me diréis que una más…, pero esta Junta Directiva que es la Comunidad Salesiana de San Fernando, están ahí, dispuesta a luchar, a seguir manteniendo viva la llama salesiana en esta ciudad, y sólo necesita que se le ayude a superar estos momentos difíciles por los que están pasando, porque seguro que en cuanto pase la Covid 19 todo volverá a renacer, porque lo han hecho así durante más de sesenta años.

Me atrevo a pedir a la CONGREGACIÓN SALESIANA y más concretamente al Señor Inspector de la INSPECTORÍA SALESIANA DE MARÍA AUXILIADORA que al igual que en otros momentos se les ha atendido y ofrecido colaboración con la donación de las imágenes de Don Bosco, de María Auxiliadora, ahora en estos momentos difíciles por los que están pasando, estudien la posibilidad de poder ayudarles económicamente. Por poco que sea, les va a suponer una inyección, no sólo económica, también moral, que les va a ayudar y renovar fuerzas que ahora flaquean, para poder continuar con la magnífica obra, nunca valorada en toda su amplitud, de seguir haciendo posible que, en San Fernando, se piense y se viva en Salesianidad.

Un salesiano antiguo alumno agradecido.