Cumpliendo estrictamente todas las normas de seguridad, (desinfección de las silla, distancia de seguridad, toma de temperatura a la entrada y uso de la mascarilla durante todo el acto), se celebró la Asamblea general Ordinaria, que tuvimos que suspender el pasado mes de Marzo, por culpa de la pandemia que aún sufrimos y a la que asistieron 50 personas, entre socios, directivos y miembros de la comunidad salesiana, Don José Manuel Pozas y Don Marcos Vázquez.
La asamblea se celebró en el Patio de Don Bosco y transcurrió con toda normalidad, se inició con una Oración que ambientó Justo Blázquez.
Juan Juliá, nuestro presidente, nos dio la bienvenida agradeciendo a los asistentes su asistencia y con más razón en estos momentos de pandemia.
Y Don José Manuel Pozas, con su habitual facilidad de palabra nos presentó resumido, el Aguinaldo del Rector Mayor que os facilitaremos por este mismo medio en próximas fechas.
Se aprobó por unanimidad el acta de la asamblea anterior y el ejercicio económico de 2019. Se dieron a conocer los nombres de las personas a las que se les concede los Diplomas a la Fidelidad de 50 y 25 Años, que recayeron en Don Antonio Ordoñez Blanco el primero y en Don Pedro Javier Astola González y Don José Borrell Rodríguez los segundos.
Y también los Diplomas a Título Póstumo a Don Manuel Gámez Heredia, Don Andrés Moreno Capilla y Don Jesús Medina Macías que fallecieron durante el pasado año 2019.
A continuación de presentó la memoria de actividades en tres vídeos que reproducimos aquí, y que podéis pinchar en los enlaces para verlos.
Terminó la asamblea con las Buenas Noches del Director.
Don Marcos comenzó diciendo que las actividades que desarrollamos nos mantiene vivos y que aunque la pandemia actualmente nos condiciona, debemos mantenernos unidos y pensar que poco a poco debemos ir retomándolas con la prudencia debida.
El colegio ya va volviendo a la actividad, porque una casa salesiana no puede dedicarse únicamente al tema escolar. Los grupos de fe, los deportivos, los grupos de familia salesiana, son el alma de las Casas y sin ellos la labor de los salesianos no está completa.
Terminó diciendo que estaba muy feliz por ver que tantos socios que habían acudido a la asamblea, que eso demostraba la fuerza de los antiguos alumnos en la casa de Cádiz.
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