DON BOSCO Y EL SUEÑO DEL FÚTBOL EN DOS CONTINENTES

La Juventus, la “Vecchia Signora”

Fundado el 1 de noviembre de 1897 como Sport Club Juventus por un grupo de estudiantes del oratorio salesiano turinés, fundado por San Juan Bosco en 1845, la Vecchia Signora (Vieja Señora o Vieja Dama), como es conocido el club a nivel mundial, ha militado en la máxima categoría del fútbol italiano desde 1929.
La denominación del club (se pronuncia “Iu-ven-tus”) es una variación literal en dialecto piamontés del sustantivo latino iuventus (juventud en idioma castellano) en homenaje a la juventud de sus fundadores. Los vínculos de Don Bosco con el máximo ganador de ligas italianas o “scudettos” (36), comienza a mediados del siglo XIX, cuando el santo italiano crea el Oratorio de Valdocco, en uno de los barrios más pobres de Turín en aquel entonces. En aquel lugar, los jóvenes de la época se formaban, contrarrestando la delincuencia y falta de trabajo que azotaba al país europeo en plena formación de su estado. Les enseñó oficios, impartió catequesis e hizo del deporte una diversión y una forma de encuentro. Llegó a tener más de ochocientos muchachos.

El origen del club, desde el punto de vista periodístico, está envuelto en el misterio, pues a finales del siglo XIX, el deporte no estaba lo suficientemente difundido en Italia como para captar el interés de la prensa. El único documento oficial que hace referencia a la fundación del club es un texto publicado en la revista institucional «Hurrà Juventus» el 26 de diciembre de 1915, en donde se hace referencia a la existencia de este club fundado por jóvenes cristianos de la calle, que no contaban con ningún recurso, únicamente la ayuda de la recién fundada Congregación Salesiana.

El San Lorenzo de Almagro, el equipo del papa Francisco

No solo en Italia hubo registro de creación de clubes de fútbol con tintes salesianos. En la República Argentina, por iniciativa de un grupo de jóvenes con la colaboración del sacerdote salesiano don Lorenzo Massa. Estos crearon el club de San Lorenzo de Almagro. El sacerdote permitió el uso de su nombre con la única condición de que el nombre fuera homenaje al santo mártir de la fe del siglo III d. C. y al primer triunfo de las armas patrióticas conducidas por el General San Martín en el combate de San Lorenzo.

Este club de fútbol se fundó el 1 de abril de 1908 en el barrio bonaerense de Almagro, tiene, por tanto, 112 años de historia. Es considerado uno de los cinco grandes equipos del fútbol argentino. Los colores de su camiseta, el azul y el rojo, representan el ideal y la lucha respectivamente, colores también elegidos por los del manto de María Auxiliadora. A lo largo de su historia ha conseguido 15 campeonatos de la liga argentina y 1 Copa Libertadores. Si en algo se caracteriza este club es en sus múltiples disciplinas deportivas, no sólo el fútbol masculino, sino también el femenino, así como el baloncesto, el Fútbol Sala, voleibol, balonmano, gimnasia rítmica o hockey.

Conocido como “el Ciclón de Boedo”, este equipo es seguido por el papa Francisco. En numerosas ocasiones ha manifestado su simpa-tía futbolística hacia este club. En 2008, ofició una misa para conmemorar el centenario de su creación. El Papa recibió, en varias ocasiones, camisetas del equipo y hasta el carné de socio del club (con el nº 88.235). Y ha recordado en alguna ocasión que su padre fue jugador de baloncesto de la entidad, por lo que frecuentaba las instalaciones del San Lorenzo de Almagro desde muy pequeño, y que le acompañaba a ver los partidos de fútbol al estadio.

La gran influencia de Don Bosco

Lo que queda de toda esta historia es la presencia de Don Bosco en la gestación de dos historias deportivas en el mundo del fútbol y que ayudaron a consolidar aquellos principios básicos del santo fundador de la Congregación Salesiana. San Juan Bosco no se cansaba de repetir que “me hice con cuantos juegos pude: potro, columpios, pértigas, todos los aparatos de gimnasia que encontré. De modo que el patio y el juego se convirtiera en un lugar de encuentro para el desarrollo de las relaciones personales y la superación”.

Juan Bosco se dio cuenta de la necesidad de movimiento y actividad de sus alumnos, de la importancia de la alegría y de la diversión en la vida de los jóvenes. A través del deporte se puede acompañar a un alumno en su crecimiento personal, aunque nunca llegara a imaginar que estaba impulsando el nacimiento de instituciones que marcarían un rumbo en su Italia natal y en la Argentina a la que eligió para la expansión americana de su obra.

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