HOY COMO AYER (16)

“LA VIDA EN EL EXTERNADO DE PRIMERA ENSEÑANZA, años 40 y 50”

Para conocer el ambiente y el funcionamiento de las escuelas primarias de la Casa Salesiana de Cádiz en la década de los 40 y 50, he recurrido a fuentes impresas (revistas Nuestro Auxilio y Auras Gaditanas) y manuscritas los Libros de Crónicas y de Visitas Canónicas del Inspector Salesiano, los textos en cursiva y entrecomillados son recuperados directamente de estas fuentes.

La organización escolar de las Escuelas Primarias en este periodo estaba regulada por la Ley del 17 de julio de 1945 sobre la Educación Primaria, que dividía la enseñanza en este nivel educativo en dos etapas perfectamente diferenciadas: una, general, para todos los alumnos, desde los 6-10 años (4 cursos), y otra de carácter especial de los 10-12 años (organizada en uno o dos cursos), para aquellos alumnos que no ingresaban en el Bachillerato, y se encaminaban hacia el mundo laboral.

Las escuelas primarias, se organizaban en 4 grupos o clases en los años 40 que se ampliaron en los 50 a 5 grupos denominando a la 5ª clase, la superior, en la última se preparaban a los niños para ingreso, oficinas, bancos, seminarios y congregaciones religiosas… Este grado los retiene hasta los 14 años, ampliando lo que la ley exigía de 12 a 14 años, “Así llegan a poseer una cultura primaria completa”

En el curso 1944-45, eran 161 alumnos externos, en los años 50 el número de alumnos estuvo alrededor de los 250. Os dejo una tabla estadística de los alumnos en algunos de los cursos de este periodo.

Ahora cuando tanto se habla de la atención individualizada y de mantener una baja ratio alumno/aula llama la atención la media de alumnos por clase de casi 50 alumnos para un profesor en aquellos años. Como afirma la revista Nuestro Auxilio “Los suficientes para tener entretenidos a sus maestros todo el día”

En esa época destaca la autonomía de la escuela en la organización y el desarrollo del proyecto educativo salesiano.

Al cargo de cada una de las clases estaba el maestro, en algunos casos era un laico contratado. El salesiano ejercía la función de Consejero, responsable de la gestión académica de esta etapa educativa así en el curso 1953-54, se indica en Nuestro Auxilio “El responsable de la clase superior es el sacerdote D. Baldomero Berlanga, que lleva tres años en nuestra ciudad. Al mismo que lleva el peso todo el día de la Clase Superior es el encargado de la Enseñanza Primaria en estas escuelas”

Voy a plantear algunos aspectos que considero especialmente interesantes, y que se pueden constatar en una lectura detallada de las fuentes antes mencionadas:

El ambiente educativo de cercanía y cordialidad, siguiendo la máxima de la asistencia salesiana, la amorevolezza como la llamaban los pedagogos salesianos:

“Así son las Escuelas Salesianas, logramos poner a los alumnos en tales condiciones que les gusta estar más en el colegio que en su casa”

“Aquí encuentran además de una enseñanza racional y graduada un trato familiar”

“Tenemos campos de futbol, patio de recreo, juegos variados, bicicleta, cien, trato… el colegio es como la isla de Jauja para sus pequeños moradores”

La laboriosidad y el trabajo constante con y del alumnado, como una nota distintiva en la escuela en lo general y en aula en particular, valgan como muestra estas observaciones:

“Aquí no se conocen las vacaciones. Los días de fiesta añaden un poco más de labor a su ordinaria tarea”.

“Últimamente ha sido visitada esta clase por el Rvdmo., Sr D. Antonio Candela, del Capitulo Superior de la Congregación Salesiana y por el Reverendísimo Sr. D. Claudio Sánchez Inspector de los Salesianos de Andalucía (se refiere a la visita canónica extraordinaria, del año 1953).

La elegante presentación de todos los niños uniformados y la esmerada limpieza en sus libros y cuadernos merecieron los plácemes de los Superiores Salesianos”.

(Continúa en la siguiente página)


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