Juan Kogovšek (1925-2004) fue un salesiano de los que dejan huella por donde pasa y en nuestra Casa Salesiana de Cádiz; sus huellas son tan profundas que aún perduran, cuando hace casi 50 años que volvió a su tierra natal.
Nacido en en Rovte (cerca de Logatec, Eslovenia), fue el mayor de una familia de 12 hermanos. Después de la escuela primaria, sus padres lo envían a la escuela de los Salesianos en Ljubljana Rakovnik. Dos años más tarde pidió entrar en el noviciado, en plena guerra, en el castillo de Škrljevo en Šentrupert (septiembre de 1941), donde se refugiaron los salesianos, y al año siguiente hizo su primera profesión.
Inauguración de la Formación Profesional
En los años 1948-1958 vive en Sevilla-Trinidad. Se especializa en el taller de restauración (carpintería), y luego durante muchos años fue profesor de dibujo técnico y mecánico en esa escuela salesiana. De 1958 a 1964 también impartió estas materias en la Universidad Laboral de Sevilla, previamente había obtenido en España la titulación profesional necesaria para la docencia.
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| Taller de mecánica (Tornos) |
En 1964, viene a Cádiz, año en que se inaugura el nuevo edificio, es él que abre los talleres de Mecánica de la renovada FP. Todo un acierto de los salesianos traerlo a Cádiz, él (en un momento de plenitud profesional y salesiana) configuró nuestra especialidad de Mecánica en los grados de Oficialía y Maestría.
Trabajador incansable, se encontraba feliz de impartir no solo esas enseñanzas técnicas, algo que hacía, como solo lo hacen los grandes coadjutores salesianos, es decir con una enseñanza práctica, que aumentaba progresivamente la dificultad y que permitía el error del aprendiz, como punto de partida de su aprendizaje; tras la reflexión del propio alumno guiada y orientada por el maestro.
Algunos me han dicho de él, “era duro, exigente, pero a la vez honesto, justo y comprensivo”. Lo conocí, siendo niño, recuerdo que aquel “inmenso” taller siempre estaba abierto, y que disfrutaba viendo a los críos moverse por entre las fresas, los tornos, las mesas con los tornillos de ajuste, mientras miraban atónitos como esas máquinas hacían cosas prodigiosas con un trozo de metal.
Su estancia en Cádiz, fue solo de 6 años, pero, sus alumnos, mantuvieron ese espíritu, esa forma de enseñar, de hacer taller, convirtiéndose luego en maestros de sucesivas generaciones de alumnos no solo en nuestro centro, sino en escuelas de FP estatales de la zona. Muchos técnicos y mandos intermedios de las fábricas de la Bahía (Astilleros, Aeronáutica, etc…), salieron de esos grupos de alumnos que fueron los primeros titulados de Oficialía y Maestría Mecánica de nuestra Casa, entre mediados de los 60 y de los 70.
D. Juan volvió a Eslovenia en 1970, y ya digo que dejo huella en Cádiz, por eso cuando se reconstruyó el edificio del taller de Soldadura (él había diseñado el anterior) se le dedicó el mismo.
Manuel Holgado García, Director de centro y Antiguo Alumno
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