HOY COMO AYER...

¿ZAPATERO REMENDÓN? ¡NO!

 “ARTESANO ZAPATERO” 

Hoy en día que alguien aprenda el oficio de zapatero es poco comprensible, el calzado se hace de forma industrial y la elaboración artesanal y personalizada de un zapato queda para sibaritas y gourmets. A lo más existen talleres de zapaterías dedicados a la reparación rápida de pequeños desgastes y deterioros.

Las enseñanzas en el taller de zapatería fueron, desde 1905 hasta 1955, una de las señas de identidad de la Formación Profesional en nuestra Casa.

Taller de zapatería en 1922

El taller dirigido por D. Antonio Ortega desde 1905 hasta 1928. En el Diario de Cádiz del 15 de enero de 1922, se relataba así una visita al taller:

 “Una torre de cubiertas y de neumáticos viejos facilita la materia para remiendos de suela: son simpáticas estas ruedas de goma que inútiles ya para el servicio de los autos … se hacen útiles para los zapatos… Hay mesas de remendones, otra de cortadores que a veces al bordear la suela de un zapato flamante “pierden la chaveta” y la convierten sin querer un puñal asesino de la pala: el maestro Ortega me iba a enseñar el catálogo de sus confecciones…”

Pudiera parecer con esta descripción que era una enseñanza quizás, simple y desorganizada, sin embargo, el aprendizaje duraba cinco cursos, contaba con libros de texto que desarrollaban un programa completo e integral.

Taller de zapatería en 1926

Así el aprendiz debía conocer los materiales básicos: piel, caucho, tela, madera, cáñamo; las partes de las que se compone un calzado, la manera de ensamblarlas (clavos, cosido, etc.), las propiedades y uso de los diferentes tipos de suela, (cáñamo, caucho, piel), el tratamiento y curtido de pieles, el uso y mantenimiento de las herramientas básicas, el uso de la máquina de coser, la realización de patrones y aparado, la fabricación y reparación de los diferentes tipos de calzado: sandalias, zapato bajo, escarpines, botas militares, calzado deportivo, botina, polaca, de montar, ortopédico... las distintas piezas de adorno que puede llevar el calzado. En los programas se introducen nociones básicas sobre la anatomía del pie y pierna, sobre la historia del calzado.

También se le daba gran importancia a los programas de dibujo, donde se indicaba como el aprendiz, debe dominar el dibujo lineal de las diferentes piezas de un calzado en los dos primer cursos, mientras en los cursos tercero y cuarto se centran en el aprendizaje del dibujo de diferentes calzados completos, lo que el programa llama dibujo de adorno, mezclándose ambos en el último curso, procurándose que el aprendiz sea capaz de elaborar patrones de los diferentes tipos de calzado, así como de la anatomía del pie y la pierna.

El desarrollismo hizo que esta especialidad “artesanal” desapareciera, en el curso 1954-55 los dos últimos zapateros cerraban para siempre ese taller. 

Manuel Holgado, director del Colegio

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