UN ADVIENTO MÁS
Adviento significa “salir al encuentro de Alguien que viene …” Con ése Alguien nos encontraremos a mitad del camino.
Retomar la marcha anual del Adviento no es un solo un cambio de engranaje, ni es pasar los días de forma distinta, desde la locura del “Black Friday” a la obligada visita a la zona comercial de turno, tras la estúpida mirada que se nos queda con la ingesta apresurada de las doce uvas. Se trata, más bien, de un viaje a nuestra propia interioridad y apreciar la calidad de la armadura con que afrontamos la realidad que nos circunda.
Adviento es hacer virar la nave en dirección a puerto. Y, una vez atracado el espíritu, calibrar con sosiego y con altura de miras el estado de la carga, ajustar la estiba y retomar la carta marina apropiada.
El “Praeit ac tuetur” (Guía y protege) que proclamamos desde la insignia de Antiguo Alumno es una buena “estrella polar” que favorece la ruta. El “buenos cristianos y honrados ciudadanos”, sin ser final de trayecto, es un buen puerto donde proveerse de suministros. Porque, convenientemente armados y bien provistos de valores, la singladura cubrirá el objetivo marcado: el encuentro con la realidad que salva y que justifica todo esfuerzo de la voluntad y del espíritu, el encuentro con ése Alguien que me hace hijo y hermano, la Navidad de todos los días y todos los años que, desde mis adentros, me grita: “¡Tú vales, chaval! ¡Dios te quiere!”
BUENOS DÍAS, BUENAS TARDES, BUENAS NOCHES NOS DE DIOS
José Manuel Pozas Murcia, SDB. Delegado
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