El mes de mayo para quienes hemos pasado por una Casa Salesiana es un mes muy especial.
Es el mes de nuestra Madre Auxiliadora.
Se que decir esto es un tópico, pero es mucho más que eso, es un sentimiento que no puede des-cribirse.
Es agradecimiento a los Salesia-nos por habernos enseñado una forma de vida y de vivir.
Es amor, porque hacia una Madre no cabe otro sentimiento que ese.
Es alegría, la alegría cristiana que Don Bosco quería y fomentaba en su oratorio y que ha impregnado en quienes nos hemos educado con su forma de entender la educación.
María Auxiliadora ocupa una parte muy importante del corazón de muchísima gente, gentes de toda clase social que cada 24 de cada mes la acompañan en su santuario y que cada novena lo abarrota para darle las gracias por tantas cosas… Y que cuando puede se acerca simplemente para darle los buenos días.
El pasado año lo pasamos muy mal, viéndola en la distancia de las redes sociales con la pena de no poder decirle a la cara “cuanto te quiero" o “ que guapa eres". Pero este año nos vamos a desquitar, no podremos acompañarla por las calles del barrio pero si la acompañaremos en la novena y en el resto de actos que se están ultimando y de los que tendremos próximamente noticias.
Desde estas líneas te animo a que la acompañes tanto como puedas y le digas cerquita cuantas cosas nos guardamos en el corazón el año pasado.
Un saludo en Don Bosco.
Juan Juliá Bayón. Presidente
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