La celebración del año jubilar en el cincuentenario de la venida de los salesianos a España (1881-1930), supuso un reconocimiento a la labor y obra salesiana, cumpliendo su misión de propagad la devoción a la Virgen de Don Bosco. ¡Cincuenta años con María Auxiliadora!
Desde entonces, el cariño a María Auxiliadora había ido en aumento.
Este año, nuestra madre estrena paso. La procesión de María Auxiliadora fue todo un éxito donde acudió todo Cádiz.
El periódico “La Información”, la relataba de esta manera:
“Desde mucho antes de la hora anunciada para la salida de la procesión de María Auxiliadora, los alrededores del Colegio y la amplia Avenida Ana de Viya, se encontraba totalmente ocupada de público, siendo pocos los ómnibus y tranvías para trasladar tanto público al popular barrio de San José.
Los balcones del Colegio, así como los del recorrido de la procesión se encontraban engalanados con vistosas colgaduras.
A las seis en punto un repique de campanas anunció la salida de la procesión que llevaba el orden siguiente:
-Parejas de guardias urbanos abriendo marcha.
-Cruz de flores y ciriales; sección de niños del colegio de los salesianos.
-Paso del Beato Don Bosco, el que lucía artística iluminación y exorno con plantas finas; bandas de cornetas, tambores y música del referido colegio.
-Sección de señoras y señoritas pertenecientes a la Archicofradía de María Auxiliadora, con velas; a continuación, niñas del colegio del Patrocinio de S. José, Sanatorio Madre de Dios San Martín y la Palma; intercalando estas secciones iban estandartes de la Milagrosa, y bandera del colegio del Patrocinio.
-Paso de María Auxiliadora, la que iba sobre preciosas andas de madera tallada, que se estrenaba este año, dándole más esplendor a la misma el precioso exorno que llevaba, y la artística iluminación que lucía; daban escolta al paso varios números de la procesión que fue brillante, lo presenció numeroso público que como ya dijimos ocupaba totalmente la amplia Avenida.
Al ingresar en el templo la misma, que lo hizo aproximadamente a las ocho, se entonó una salve solemne.
Reciban nuestra felicitación los organizadores de la misma y muy especialmente el director del colegio D. Modesto Jiménez, organizador y alma del acto.
Por la noche, a las diez, se quemó una original traca valenciana, amenizada con un concierto por la banda del colegio.”
Revista Don Bosco en España – Nº53. Pág. 1164. Cádiz 1930
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