SALUDO DEL DIRECTOR

Estimado amigo:

Una sociedad que busca la perfección como la nuestra y que nos obliga a competir en una carrera de vidas exitosas y que se nutren fundamentalmente de lo aparente, se hace complicada la supervivencia para aquel que siente la debilidad o sencillamente quiere recorrer el camino de la natural humanidad, que conlleva la fragilidad.

Ha comenzado la Cuaresma. La tendencia natural de cualquier buen cristiano es vivir las celebraciones, participar activamente en los actos organizados desde la Parroquia o nuestra Casa.

Es una tentación. No cabe duda que estamos todos deseando. Sin embargo, la propuesta de Jesús el Nazareno va más allá de las celebraciones y la participación.

Como el leproso en el evangelio del pasado domingo, como el ciego que acude al Señor para recobrar la vista y con ella una vida social que le había sido robada, el paralítico que ayudado de varios compañeros desciende hasta el interior de la Casa para descubrir en ella al Maestro de la Misericordia; nosotros, los que somos seguidores de Jesús de Nazaret nos reconocemos frágiles y necesitados de la misericordia del Señor. Necesitamos reconocernos débiles en nuestra humanidad, para poder emprender así el Camino con ciertas garantías.

Te deseo amigo una feliz Cuaresma, te deseo una feliz participación en las celebraciones, pero sobre todo, te deseo un camino interior de descubrimiento y alumbramiento de Jesús en tu interior para poder con Él llegar al monte Calvario y resucitar con Él por la gracia del Espíritu Santo De Dios.

Marco A. Vázquez Fernández, SDB Director

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