Querido amigo:
Muy a menudo, consideramos que en nuestra vida cotidiana lo que es real es sola y exclusivamente aquello que nos entra por los cinco sentidos y si me apuráis, solamente lo que nos entra como información además en el tiempo presente; en el presente en marcha.
Despreciamos por tanto, una cantidad de información que flota en torno a nosotros y que nos puede dar mucha dimensión de lo real; no solamente lo que nos llega a través de los cinco sentidos.
De este modo, miradas, sonrisas, saludos, formas de dirigirse a nosotros, y un largo etcétera pasan sobre nosotros sin que nos deje impactar y por tanto recibir más datos de eso real que llamamos la vida.
Por no hablar de la información que nos aporta el mundo de las emociones, sentimientos, en fin del corazón.
Creo conveniente llamarte/nos la atención sobre este aspecto que nos puede ayudar en el objetivo y meta de cada uno de nosotros: encontrar el sentido último de nuestra historia y por tanto en ese sentido, la plena realización o felicidad definitiva.
Se trata de una tarea nada sencilla, pero de vital importancia. Los que somos discípulos de Jesús de Nazaret tenemos un modelo referente de esa vida interior: María de Nazaret, su madre. Iniciamos el mes de mayo y es para nosotros motivo más que suficiente para acercarnos a ella, encomendarnos en estos tiempos difíciles y orar con esta motivación que os he dicho.
Ojalá podamos disfrutar de este mes de mayo de su presencia materna entre nosotros y que nos ayude a descubrir que la realidad es mucho más de lo que vemos a través de los ojos.
¡¡Feliz mes de mayo!!
Marco A. Vázquez Fernández, SDB Director
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