LA DEVOCIÓN A MARÍA
Todos hemos visto esa envoltura dorada que nos invita a degustar un delicioso Ferrero Rocher, pero hay cosas que nunca hemos conocido de lo que se esconde dentro de tan llamativo envoltorio, solo sabemos que se esconde un delicioso chocolate, una avellana tostada dentro de una funda de wafer lleno de crema de avellana, con una cobertura de chocolate con praliné de avellanas.
Pues bien, cuando el maestro chocolatero Michelle Ferrero los lanzó al mercado en 1982, les llamó así por la gruta llamada Rocher de Massabielle, que marca el lugar donde la Virgen María se apareció a Santa Bernardita en Lourdes (Francia), haciendo surgir así esa forma (advocación) de llamarle a María Stma., como Ntra. Sra. de Lourdes.
Pues bien, pasemos al punto, resulta que los chocolates Ferrero Rocher son una breve semblanza de aquel lugar y aquel acontecimiento Mariano, de tal manera que la cobertura de chocolate con pequeños trozos de avellanas ponen de manifiesto la formación rocosa del lugar, la crema de avellanas que cubre la avellana en el centro, alude a las abundantes gracias con las que Dios cubrió a María Stma., mientras que dicha avellana al centro, representa a la Virgen María que se manifestó en la gruta de Lourdes, un lugar que tenía un significado especial para Ferrero, muerto el 14 de febrero de 2015 a los 89 años.
Ferrero era un auténtico Cristiano que vivía devotamente su fe católica, era conocido por su gran devoción a la Virgen María.
Cuando Ferrero celebró el 50° aniversario de la fundación de su compañía, dijo: Debemos el éxito de la Ferrero a Nuestra Madre María en su advocación de Nuestra Señora de Lourdes; sin la intercesión de ella ante Jesús podemos hacer bien poco”.
Como tercer productor de chocolate del mundo, Ferrero tenía muchas cosas por las que estar agradecido. Los chocolates Ferrero, junto a la Nutella, a la serie Kinder y a los Tic Tac, solo en 2016 produjeron una facturación de más de 10.000 millones de euros.
Ferrero, gran devoto de la Madre del Señor iba cada año de peregrinación a Lourdes, para honrarla bajo esa advocación, llevando consigo a su top manager.
Organizaba también visitas al santuario para sus empleados, y había hecho colocar una estatua de la Virgen María bajo la advocación de Ntra. Sra. De Lourdes en cada uno de los 14 centros de producción que la compañía tiene en todo el mundo.
Ahora si, cada vez que consumamos un delicioso Ferrero Rocher, sabremos que verdaderamente es una experiencia.
Cuando leí el mensaje se me vino a la mente la devoción de Don Bosco a la Virgen “Ella lo ha hecho todo".
Un abrazo.
Juan Juliá Bayón. Presidente
1 comentario:
Juani me ha encantado la Historia, gracias por compartirla con nosotros.
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